Más allá de aparecer en una página de música tildada como “la
esposa de Josh Homme” Brody Dalle tiene mérito suficiente para pararse en
frente de una multitud enloquecida como en un pequeño escenario para los
borrachines del bar, lanzando disco tras disco de la mejor dosis un Rock
alternativo que no sabe de concesiones, desde sus raíces Punk Rock en the
Distillers como su lado más contemporáneo en la súper banda Spinnerette,
pasando por el camino hace poco cimentado con su nuevo disco solista, lo que
hace a Brody Dalle un número imperdible es la constante realidad de sus
canciones, obsesiones, decepciones, rabia, amor, descontrol, calma, todo entre mezclado
por diversas manos que siempre aterrizan en su cabeza.
Brody Dalle es mucho más que la ex novia de Tim Amstrong de
Rancid o la actual esposa de Josh Homme de los Queens of the Stone Age, es una
artista que exaspera todo de una manera tan única moviendo montañas inmensas
desde una voz entre raspada y melódica para crear de los mejores himnos que uno
pueda pedir. No es una artista de singles, es más bien de discos, de
actuaciones en vivo, y asi lo hacía notar desde una temprana edad cuando
lanzaba el primer disco de la banda que la llevó a la fama mundial, siendo
comparada en su tiempo con Courtney Love, chapa que se quitó de encima casi de
inmediato con el lanzamiento del segundo álbum de la banda, mucho más radical y
radial, lleno de membrecías al paraíso perdido del Punk. Brody y compañía nos
demostraba que se podía tener cojones suficientes como para hablar de lo que
uno quiera y sonar demasiado actual. Pero la banda tenía sus días contados y
eso bien lo sabía ella, una persona con demasiadas ideas para quedarse siempre
en lo mismo, no le importó, cerró un ciclo e inicio años después su segunda
oleada totalmente reinventada y quizás en una época demasiado hostil
musicalmente para hacer caso de las nuevas tendencias e involucrarse en una búsqueda
musical, comandando junto a Alain Johaness de Eleven y colaborador de QOTSA y
muchos otros proyectos, y Jack Irons ex Red Hot Chilli Peppers, Pearl Jam y
Eleven. A estas alturas Brody ya se había ganado un lugar en el terreno
musical, nuevas preocupaciones, nuevos y viejos conflictos, todo desde una
mirada mucho más madura y distante que explotó ya este año con su primer disco
solista, que volvió para patear cráneos como solo ella sabe hacerlo.
Nos vamos a quedar con uno de sus clásicos indiscutibles
junto a la banda que la hizo merecedora de un pedazo de historia en la música,
pues mientras más fuerte uno ponga la música, de fondo siempre se escucharán
los primeros acordes de City of Angels, junto a una estrofa por no decirlo
menos pegajosa y un coro que se nos queda pegado en la mente por los siglos de
los siglos y más, pues esa capacidad de crear himnos Punk se había perdido,
estancado, quizás desvalorizado pero como dicen por ahí, cuando uno menos lo
espera aparece alguien para recordarnos la importancia del mensaje.
Título:
City of Angels
Intérprete:
The Distillers
Álbum: Sing
Sing Death House
Año: 2002
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