jueves, 6 de noviembre de 2014

10 grandes discos del Britpop

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 A medida que la semana avanza y los problemas parecen quedar atrás, seguimos dándole con todo a esta semana dedicada a La música Británica de los años 90, que tantas buenas canciones y bandas nos dejo, qué decir de recuerdos, alegrías, tristezas, etc. Pero la vida no es nada sin un buen disco para escuchar de principio a fin, dejando de lado quizás otros que fueron súper ventas o hitos mismos para la música en el mundo, estos son 10 discos que uno debería escuchar alguna vez en su vida si le gusta toda esta onda del Britpop, dejando de lado los grupos que hicieron guiños con este movimiento y que compartieron escenario más de alguna vez con las bandas que aquí vamos a mostrar (Radiohead, Massive Attack, Primal Scream) pero que tenían otra volá, partiendo desde el año 1993 hasta el año 1997, 10 discos pulentos que los recomiendo 100%, tal vez unos 90% pero qué importa, nada de rankings jerárquicos, solo un puñado de palabras y canciones.  Obviamente  puse uno por banda para no complicarme la vida.


Sleeper - Smart (1995)


Quizás por estas tierras Sleeper sea de las más desconocidas bandas que nos entregó el Brit Pop en toda su gloria y majestad. Llegaron, tocaron y se fueron pero nos dejaron 3 grandes discos que a esas alturas, a pesar de ser una de las muchas bandas que aparecieron cuando Oasis y Blur abrieron el camino y las discográficas buscaron de esa apertura en todo tipo de lugares para generar éxitos asegurados, Sleeper salió de cierta forma victoriosa con una mezcla familiar pero lejana a todo lo que se hacía musicalmente hasta esos momentos. A pesar de que The It Girl quizás sea su álbum más exitoso, Smart del año 1995 fue de los grandes discos que aparecieron ese año, con un inicio renovador con Inbetweener, pasando con Swallow y Delicious y quizás uno de los inicios de discos más memorables de la década, pues estos superhits calaron fondo en las radios y se mantuvieron por un buen tiempo, impulsando a todo tipo de músicos a buscar nuevos caminos para alcanzar trabajos tan sobrios como este Smart que no solo tiene hits si no que en sus filas desfilan temazos como Bedhead o Vegas. ¿Por qué va este disco en este top 10 y no otros como K de Kula Shaker o 1977 de Ash? Porque lamentablemente la atención Británica en los noventa carecía de apreciación musical femenina y bandas Como Sleeper quedaban sepultadas por todo tipo de trabajos, que sin ser malos, eran parecidos unos de otros, en cambio Sleeper siempre mostró una influencia más americana de bandas como Pixies para darles un giro y hacer algo no nuevo ni original, pero bastante lejano a la realidad musical y cultural del momento, pues a las bandas Brit Pop a veces les faltaba un poco de calle y Sleeper era lo más cercano a eso.


The Divine Comedy - Casanova (1996)


Bichos raros por donde se les mire, antes de alcanzar quizás la cumbre creativa con discos como Fin de Sicle del año 1998, los de Irlanda del Norte entregaron uno de sus trabajos más aplaudidos y recordados, en momentos en que las cosas se comenzaban a poner raras y las bandas despegaban demasiado rápido como para ponerse a pensar en seguir un camino y una carrera, The Divine Comedy nos entrega Casanova, una mezcla entre abundancia orquestal, temas precisos y sinceros para una tragedia Griega, con una mezcla de romanticismo Pop, y la singularidad de poseer temas como Songs of Love o la mismísima Somtehing for the Weekend que convivían de manera alucinante con arriesgadas canciones como Charge o Becoming More Like Alfie, haciendo añoranza suprema a la independencia intelectual que quizás décadas atrás había alcanzado Scott Walker, y es que a veces se parecen demasiado pero uno los distingue por sus virtudes y defectos, pues ambos parecieran tener una sobrecogedora experiencia y una facilidad para dilatar sueños románticos que a estas alturas parecen teorías de cómo lograr el equilibrio musical y Neil Hannon tenía demasiadas dudas y certezas para quedarse en los laureles y aflojar cuando la carrera por el reino recién comenzaba. Desgraciada y afortunadamente las puertas que se abrieron no fueron muchas pero fueron las precisas, dejando a The Divine Comedy con una posición de culto que muchos de sus contemporáneos quisieran.


Supergrass - I Should Coco (1995)


El término “fresco” se nos hace poco para dimensionar a estas Alturas lo que tuvo que haber sido el debut de estos tres chiflados de la música que dejaron una huella imborrable en la manera de cómo hacer canciones alegres y felices sin ser vacios en si mismos y es que I Should Coco es de esos álbumes que les hacía falta a toda esta movida del Brit Pop, pues estaban los clásicos, la añoranza, la distorsión, las estrellas de rock, los existencialismos , la crítica pero hacia falta el humor, cosa que en los años sesenta iba de la mano con la propuesta artística e incluso con la intelectualidad y que se había perdido por allá en los ochenta pero que gracias a temas como el que da inicio al disco, el poderoso I’d Like to Know queda todo zanjado. Pero las sorpresas aparecen y aparecen y uno se pregunta ¿Cómo pudieron escribir tantas canciones así? Ya que una tras otra se hace mejor, desde Caught By the Fuzz, pasando por Mansize Rooster y llegando a la que quizás sea uno de los 5 himnos británicos más importantes de los noventa, Alright. Y de ahí en adelante las cosas se calman pero dejando al descubierto que canciones como She’s So Loose o Sofa son experimentos mismos en todo su esplendor. Supergrass ocupa un lugar privilegiado, y es raro pues suele suceder que estas bandas con estas credenciales acaban sepultadas al no ser lo demasiado importantes artísticamente hablando pero es que Supergrass cumplió el doble, pues si con I Should Coco fueron un fenómeno del momento con In It Fort he Money dos años más tarde hicieron un disco tan importante como cualquiera de Oasis, Blur o Suede. Disco culiao la raja ese.


Elastica - Elastica (1995)


Elastica tiene el mérito no solo de incluir a uno de los íconos más famosos del Brit Pop y de la música noventera Británica e general, la siempre inquieta Justin Frischmann, si no de haber lanzado el disco más rockero, ruidoso, pegajoso, punk rock, y por qué no decirlo, poderoso y molesto que se haya lanzado por esos años y que haya cosechado un éxito no menor en relación a sus pares más gigantes, pues el homónimo de Elastica es sangriento y revoltoso, sin dejar de ser sensible y serio, un debut de aquellos que hoy en día suena tan bien como hace 19 años y no es que yo lo haya escuchado por esos años pero pongo las manos al fuego que siempre las primeras veces con este disco fueron fuego puro, así me pasó a mí y solo basándome en mi lo creo. Tiene el mérito de contener 15 canciones (16 en algunas ediciones) entre cortas y poderosas, distorsionadas y delicadas, sino también de incluir un tema tan fundamental que me atrevería a decir que es una de las grandes canciones de la década y no me refiero a Connection ni a Stutter, sino más bien al elegante golpe en la entrepiernas llamada 2:1, la misma de Trainspotting, la misma de Plan Z, es de esas canciones que junto a otras como S.O.F.T. o Waking Up hacen de este disco un clásico absoluto.


Suede - Suede (1993)


Seamos justos. Más allá de The Stone Roses, Happy Mondays, Manic Street Preachers o posteriormente Oasis y Blur, la banda que lo comenzó todo de manera más establecida y aceptable fue Suede rompiendo records por doquier, ocupando portadas y mucho menos sin siquiera haber lanzado un disco. En el 92 The Drowners apareció y junto con él, un andrógeno Brett Anderson con su peculiar voz y un Bernard Butler que hacía gala de su grandeza con arreglos tan dignos de la realeza guitarrera del rock y es que Suede estaba condenado a ser más grande de lo que fue, lanzando discos tan importantes y definitorios (porque sus discos nunca fueron meras transiciones) como Coming Up y Dogman Star pero el golpe lo dieron con su primer LP, tan jugado y melódicamente saturado de sexualidad, dejando los primeros grandes himnos del Brit Pop. Desde la conmovedora So Young, pasando por la coreada milagrosa de Animal Nitrate o la favorita de la gente en las casas, Metal Mickey pero ya nos percatamos que los singles exitosos no van por sobre el resto y es que todavía quedan un puñado de canciones irresistibles desde Pantomime Horse, la ya mencionada The Drowners o la que da el cierre perfecto, The Next Life…¡Cómo pudieron inventar tremendo tema! Pero como muchos ya saben, la alegría alcanzó otro disco más, el complicado y alabado Dogman Star y más adelante sin Butler el comercial Coming Up y como llenar las radios de singles, y aunque más adelante alguna que otra  canción nos cayó como anillo al dedo, todo se desmorono…hasta el 2013 cuando lanzaron un digno resumen de su época dorada.


Oasis - Definitely Maybe (1994)


Cualquier fanático de Oasis va a anteponer cualquiera de sus prioridades primarias para poder escuchar un puñado de canciones que hicieron historia y es que este Definitely Maybe por donde se le mire es el mejor disco de la banda. Será el gran disco que revivió la música británica…dejémoslo ahí y no entremos en esos juegos de exageración Inglesa y centrémonos en lo más importante: Las canciones, y es que aquí todas las canciones son buenas, mil veces mejores que (What’s the Story) Morning Glory? Y un millón de veces mejores que las de Be Here Now, y es que al pensar en todo lo que ocurrió por aquellos turbulentos y movidos años, ya comienza a sonar Rock ‘n’ Roll Star o la mística Shakermaker y aquí una sola palabra: Noel Gallagher. Live Forever ocuparía el lugar de ser el himno más grande del Britpop si no fuera por esos caballitos de batalla inflados llamados Wonderwall y Champagne Supernova (No me toquen a Don’t Look Back In Anger), pero no solo esta, Supersonic puede llegar a ser tu canción favorita con ese desplante satírico a lo Johnny Rotten que volvió a popularizar Liam en los noventa. Cigarettes & Alcohol suena como debe sonar, con esa distorsión potente, ese intro a lo T. Rex, y una letra que la hace un clásico inmediato y entre las más olvidadas aparece la guitarrera Digsy’s Dinner y el hit enterrado de Up in the Sky que a la larga son temas que cualquier fanático de la banda soñaría con escuchar en vivo. Mucho más y a la vez lo mismo podemos decir del que sea, quizás, el disco maestro en el momento más oportuno de la música.


The Verve - Urban Hymns (1997)


El que supuso ser el disco más exitoso en la carrera de los siempre problemáticos y dramáticos The Verve, fue a la vez el ocaso de toda una generación que veía como todo se comenzaba a ir a la mierda, y es que por aquellos tiempos la prensa y algunos fans soñaban con que Blur sacara puros Parklifes o Pulp remeciera con un nuevo Disco 2000 por año pero como cualquier escena que conoce el éxito, los años pasan y los aires comienzan a soplar en nuevas direcciones y sin serlo del todo, Urban Hymns era un nuevo emblema del Britpop pero mucho más abierto a las posibilidades mismas que la música te puede entregar como medio de escape y pensándolo bien las cosas en The Verve no venían del todo bien con esa pequeña ruptura un año antes, aparte de los típicos problemas de drogas y egos, Aschcroft y compañía solo podían optar a mostrar sus heridas que no paraban de sangrar, pero sin mamotretos (o pocos), pura honestidad y profesionalismo. Bittersweet Symphony fue el último himno Britpop, que se coló en su tiempo en todos los lugares que generaran sonido, al mismo tiempo temas como Lucky Man o Sonnet lo “secundaban” en su plan de conquistar al mundo pero la balanza, aunque pareciese estar a favor de los hits, puso las cosas en orden con viajes sonoros en Neon Wilderness o la hermosa One Day que nos entrega un nuevo clásico sin llegar a ocupar ningún puesto en los charts. A las finales como decía una canción del disco, The Drugs Don’t Work y todo se fue al carajo nuevamente el 99.


Manic Street Preachers - Everything Must Go (1996)


Duro y traumático fue el paso de un disco tan oscuro y potente como The Holy Bible para llegar a este Everything Must Go, pues sin ser quizás el mejor disco de la banda citando por ejemplo al mismo The Holy Bible o a mi favorito This is My Truth, Tell me Yours, el poder sacar adelante la carrera de los Manics luego de la desafortunada desaparición de su letrista y guitarrista Richey Edwards con un disco lleno de melancolía, himnos y de alguna manera con un sonido más reconfortante que depresivo, es uno de los mayores logros que he podido ver en la historia de la música y es que la tragedia calo tan hondo en la banda que unos inspirados James Dean Bradfield y Sean Moore congeniaron de tal forma que musicalmente todo nos suena inmortal, desde los primeros minutos con Elvis Impersonator: Blackpool Pier hasta la sobrecogedora No Surface All Feelings con ese cierre que hasta estos días suena a demasiada pasión acumulada, pero el que quizás tuvo la tarea más dura fue Nicky Wire que ocupó el lugar principal como letrista y que se despacho momentos cumbres de la música con temas como Everything Must Go o  Further Away, pero con la que literalmente dejó la cagá fue con ese himno obrero llamado A Design For Life que nos eleva a límites insospechados de grandeza. El mejor disco de ese año, sin dudarlo en ningún momento y es que con todo lo mal que lo pasaron los Galeses y gracias a la bendición de la familia de Richey James Edwards, de alguna forma comenzaron a espiar la tragedia y el dolor con un Everything Must Go que habla por sí mismo.


Blur - Parklife (1994)


Hay momentos en que todo se confabula en beneficio de algo que es necesario y a la vez esperado. Ejemplos hay de sobra, sucedió con Ziggy Stardust de Bowie, con Never Mind the Bollocks de los Pistols, y obviamente con este Parklife que a pesar de ya contar con 20 añitos desde su nacimiento, todavía suena tan juguetón, dinámico, explosivo, rockero, Británico y por supuesto críticamente juvenil y es que para entender todo lo que engloba este disco que en su variedad encuentra la perfección, sin desviarse demasiado del camino, hay que remontarse a la época dorada de The Kinks con un Ray Davies observador y crítico, pero a la vez hogareño y divertido, que entre cosquilleo y caricaturización nos entregaba joyas como Something Else by the Kinks o Village Green Preservation Society, y todo un legado casi dormido que afortunadamente Damon Albarn, Alex James, Dave Rowntree y Graham Coxon trajeron de vuelta, con ambiciones mastodónticas mezclando Punk, New Wave, Hard Rock, Baladas y mucho pero mucho ingrediente X que fue su anterior Modern Life Is Rubbish al cubo. Desde ese super hit bailable llamado Girls & Boys, pasando por esos arreglos irresistibles de Tracy Jacks o ese himno que parece de barrio con End of a Century, todo colapsa cuando aparece Parklife con ese jueguito casi mod entre el invitado Phil Daniels y una bomba de tiempo llamada Damon Albarn que pusieron en el centro del mundo nuevamente a la Cool Britannia. Temas como Clover Over Dover, To the End, London Loves o la tremenda This Is A Low dan cuenta por sí mismo de la importancia musical y cultural que significo Parklife y a pesar de que después vino todo eso de Oasis vs Blur, la banda nunca abandonó su búsqueda, con mayor y menor éxito, sus inquietudes dejaron patente un tremendo legado que de alguna forma hasta el día de hoy nos pena.


Pulp - Different Class (1995)


El disco más importante para cualquier fanático del Britpop, una biblia misma de lo que significo este movimiento, los impactos culturales y musicales que tuvo, la descarga generacional de todos los temas que comienzan a aparecer desde la pre adolescencia que ocupan veredas tan diversas como el placer y la añoranza, los vicios y la soledad, Different Class contiene los más grandes hitos que una banda del movimiento pudiera alcanzar, retratando con una lupa única llamada Jarvis Cocker todo lo mencionado y más, mucho más y aquí pueden comenzar las problemáticas de los ultra fanáticos de Blur y Oasis, e incluso de Suede pero mientras todos estos ladran y ladran por ver quién es mejor, suena de fondo la incomparable Underwear…y nada más que decir. Ahora que están todos callados y mientras llegan los que de verdad vieron en Pulp ese entendimiento y  compañía que tanto deseaban, Mis-Shapes da cátedra de cómo dejar la cagá en tan solo 8 segundos. Pencil Skirt nos sigue seduciendo para que aparezca la sangre misma del Britpop con Common People y una de las letras que más fuerte ha cantado la gente. Nada a estas alturas haría presagiar que un tema como Common People tendría la fortuna de ser tan resistente al tiempo, pero I Spy es sin duda la canción melodramática más grande que cualquier teleserie melodramática que se haya inventado…y de extremo a extremo Disco 2000 nos vuelve a encender con otro de los himnos generacionales más grandes de la década (Common People y Disco 2000 dinamita pura). A estas alturas la calma y una cierta candidez asoman con temas como Something Changed o Monday Morning hasta que finalmente nos encontramos ante la apuesta de finalizar con una canción como Bar Italia que vuelve a poner en tela de juicio si Oasis fue realmente el ganador del año 1995; puede que sí, puede que no, pero lo que es seguro es que Different Class es el disco más grande e importante del Britpop. Caso cerrado.



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