Los Talking Heads son una banda que todas las personas con
un poco de sensibilidad musical deberían escuchar alguna vez en la vida y con
sensibilidad musical me refiero al hecho de buscar sonidos que representen un
riesgo para nosotros mismos, porque digamoslo, la banda no representa un sonido
tan típico para que podamos sentarnos a escuchar algún disco de ellos a la
primera, quizás más adelante ocurra eso y será la raja pero en un principio no,
pues entre sus muchas muchas muchas muchas influencias, los sonidos más
normales nos parecen atípicos, irreconocibles, fuera de lugar y de eso se
tratan, o si no no serian tan recordados en la actualidad.
Luego de tres discos en los cuales los dos últimos, More Songs
About Buildings and Food y Fear of Music habían sido producidos por el gran
Brian Eno que los llevaría por todo tipo de caminos sonoros que no
representaron ninguna frontera para la ambición de David Byrne, llega en el año
1980 el que sería su disco definitorio, o casi definitorio (después llegaría
Speak in Tongues) y en el que finalizaría la trilogía de discos producidos por
Eno, el cual fue tremendo aporte para entender lo que los Talking Heads fueron
y representan en la actualidad. Remain in Lights abria un poco más el
horizonte, incluyendo ritmos más bailables pero para nada pop, más bien mezclas
entre música africana y el imaginario que la banda había desarrollado en sus
dos discos anteriores, ambos más oscuros y menos movidos por así decirlo pero
este disco a diferencia del que vendría después no pegó mucho en su tiempo, al
contrario lo hizo después, cuando el público se acostumbró al sonido más radial
de temas como Burning Down the House o This is must be the place del año 1983 y
es que la gente percibió la génesis de esos Talking Heads radiales en las
canciones del Remain, en temas como Crosseyed and Painless, The Great Curve o
la conocida Once in a Lifetime, la cual fue un exitazo gracias a su video
cuando MTV y los video clips alcanzaron la popularidad inamovible que hasta el
día de hoy disfrutan. Pero Remain in Lights no contenía una sola cara, es más,
la influencia de Fear of Music todavía se veía muy reflejada en el lado B del
disco, aunque esta vez las influencias entre arabescas y egipcias guiaron el
sonido por caminos extraños, exóticos pero atractivos, ya que la búsqueda artística
excesiva de David Byrne nunca fueron arenas movedizas, siempre intentó patentar
una canción pop normal en base a todos sus experimentos que el resto de la
banda siguió sin decir mucho más.
De ese tremendo disco, un quiebre en sí mismo, el inicio de
los años 80, Remain in Light de la mano del siempre eterno Brian Eno, la banda
compuesta por David Byrne, Tina Weymouth, Jerry Harrison y Chris Frantz entre
otros músicos adicionales, llega la canción del día. Talking Heads y Once in a
Lifetime, con ese tremendo video que hasta el día de hoy pega en el
inconsciente colectivo de los que vivieron, viven, descubren o redescubren a la
banda de New York.
Título:
Once in a Lifetime
Intérprete:
Talking Heads
Álbum:
Remain in Light
Año: 1980
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