El largo camino recorrido por el Australiano Nick Cave, puede resumirse en una constante búsqueda de influencias con afiliaciones Góticas y un peculiar sentido del romanticismo. Desde su irrupción con The Birthday Party que no ha hecho otra cosa más que desangrar letargos amorosos, a la par con intrigantes reflexiones filosóficas y teológicas, al pulso de una música cambiante, pero siempre dispuesta a producir ruido y ternura por igual. Ya junto a The Bad Seeds venía de estrenar un tremendo resumen musical de sus años en la ruta con el álbum Henry's Dream (1992), pero dos años más tarde definiría uno de sus mayores logros: Let Love In.
La inclusión de Warren Ellis como una nueva mala semilla al violín, y la panorámica de un cambio de hogar desde Brasil a Londres para Cave, fueron los ingredientes base para que el grupo compusiera, el que fue para esos años, su disco definitivo. Una revuelta gama de ideas finamente seleccionadas, bajo un instinto demoledor entre melodramas y un Post-Punk instrumentado como si fuera una orquesta de Rock, hicieron de este Let Love In una apuesta radical para el mundo, y un paso más que elaborado al firmamento que hoy en día significan. Sucia y elegante, la voz de Nick se torna determinante, al igual que el equilibrado protagonismo de Blixa Bargeld y Mick Harvey, mientras que el aporte tímido de Ellis, sería el principal trampolín y conector entre este trabajo y los tiempos que más adelante vendrían. La importancia del álbum quedaría marcada a fuego por canciones como Loverman, Red Right Hand o la doble cara propuesta por las dos versiones de Do You Love Me?, entre otras.
Para 1994 Nick Cave & The Bad Seeds estaba compuesta por Nick Cave, Blixa Bargeld, Mick Harvey, Martyn P. Casey, Conway Savage y Thomas Wydler. Warren Ellis aportó violines pero no fue miembro oficial de la banda. Producido por Tony Cohen.
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