Caminando cerca del parque O´higgins y un montón de
canciones sonando por mi mente. Entre estas aparece When the levee breaks, del
cuarto disco de la banda inglesa Led Zeppelin. Solo bastó mirar al cielo, los
muchos departamentos que hay por ese lugar para y un helicóptero que volaba muy
bajo por entre medio de estos, para poner en mis ojos la mejor de las escenas
que uno puede hallar en la siempre anecdotica ciudad.
Cuando uno habla de Led Zeppelin IV, suele pensar que es
un disco redondo, de puros hits, quizás de demasiadas canciones conocidas que le
da un pro y un contra bastante interesante, pues para un recién iniciado Black
Dog o Stairway to heaven pueden ser oro puro para ir las dos en el mismo larga
duración pero uno, al ya escuchar una y otra vez estos temas, en la radio, en
la tele, en el mall o en el bar de la esquina, se cabrea, trata de evitarlos y
he aquí la importancia, según yo, más allá de los clásicos de siempre, los
temas que rellenan el disco que sin duda pueden ser considerados de lo mejor
que creó la banda en su mística y tan venerada carrera musical.
When the levee breaks, marcaba el fin del disco, el fin de
un ciclo y el inicio de uno nuevo, mucho más complejo, mucho más producido,
experimental y hasta extremadamente místico, pues a mi gusto, fue el primer
tema de la banda con estas particulares formas de tocar la guitarra y proponer
las canciones, tan extrañas en su tiempo (y hasta ahora) y que explorarían con
mucho éxito en su posterior obra maestra Physical Graffiti. Pura genialidad, mi
favorita del álbum.
Título: When the Levve Breaks
Intérprete: Led Zeppelin
Álbum: Led Zeppelin IV
Año: 1971
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