viernes, 15 de agosto de 2014

Johnny Marr la está puro haciendo



Una grata sorpresa fue la que me llevé hoy al escuchar el primer video/adelanto (y me imagino single) llamado Easy money del segundo álbum en solitario de don Juanito Marr que está pronto a salir (octubre) Playland. Ya mucho nos había adelantado y demostrado con su primer larga duración lanzado el año pasado y titulado The Messenger, un disco el cual nos mostraba una complicación de 12 canciones bien guitarreras, las cuales, unas con más dudas que las otras, nos mostraban el gran legado que el ex The Smiths llevaba en su espalda, y nos hacía preguntarnos ¿Por qué no antes? Bueno, todo a su tiempo, como dicen algunos (no olvidar las muchas colaboraciones de él después de The Smiths) fue la tónica de un mensajero que había recogido años de experiencia, entre polvo y olvido, para nuevamente, en el momento que el quisiese, volver a llenarnos de música y pasión, en especial de esas guitarras tan características de él.

Después de habernos confirmado que estaba de vuelta, y en un gran momento como se le vio en sus muchas presentaciones a lo largo del mundo (dos en Chile) interpretando, tanto temas de su disco solista como clásicos de The Smiths y alguna que otra cosilla loca, Johnny Marr vuelve, en un periodo corto de tiempo a lanzar nueva música.
Primeras impresiones de Easy Money: Suena más seguro, es una canción muy ganchera, pero desarrollada con mucha más profundidad que algunos de sus singles anteriores. La guitarra cada vez suena más The Smiths, pues a pesar de no ser la típica guitarra loca y rápida que muchas veces usaba en su banda madre, cumple esa función casi hipnótica, un toque de suavidad que atrapa y hace que uno la escuche una y otra vez. La canción repite muchas veces el coro, lo cual puede jugar a favor o en contra, pero después de cada coro viene esa sorpresa dulce que se mezcla entre la guitarra y la voz, cada vez más segura de Marr. Sí el disco sigue esa línea será mucho más exitoso que el anterior, creo yo pero no sé, habrá que esperar, uno no sabe hasta que te mandan la chorrera de canciones. 











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