No es de extrañarse que los años 50 fueron el impulso clave
para que toda una generación, hasta el día de hoy, utilice diversos medios de
escape frente a una sociedad que en muchos casos cuarta el potencial y la
posibilidad de los jóvenes de desarrollarse según mejor les plazca, y no es que
antes no pasara esto pero con el golpe de los rebeldes y el rock & roll, el
fenómeno se hizo mundial y abarcó todo tipo de culturas. Las tendencias han ido
cambiando, de generación en generación pero el ideal es el mismo, y aunque en
muchos casos la rebeldía pueda ser más justificada, la importancia no radica en
esto, incluso pasa a segundo plano por el solo hecho del contexto histórico, ya
que en los años 50 no había una guerra presente como a finales de los 60 con
Vietnam lo que hizo florecer hasta el día de hoy, de las mejores canciones de
la cultura popular (solo refiriéndome a Estados Unidos) pero sí había todo un
tema de los hijos de la segunda guerra mundial, nacidos en todo este ambiente destrucción,
muchos perdieron familiares y al momento de enfrentarse a la paz, eran
perseguidos por el solo hecho de no parecer normal, lo que conllevaba casi
inmediatamente una denominación de comunista, el nuevo enemigo de América. Y
sin parecer obsceno, de estas grandes crisis nacen los movimientos más
recordados y afortunadamente para nosotros, la rebeldía se hacía necesaria y
presente, desde el cine al teatro, la literatura y las artes, en especial en la
música a cargo de unos cuantos afroamericanos herederos del blues más callejero
y apasionado, y algunos blancos, hilos conductores a las masas de esta
influencia. Así nacía el Rock & Roll (y muchas otras derivaciones, revivals
y estilos nuevos que tenían como base el mismo sentimiento) que trágicamente acabaría
unos años más tarde con un trágico accidente en 1959. Esta es una mirada en
retrospectiva de la importancia de los años 50 y el nacimiento del Rock, un
especial de esta década en cinco capítulos diarios que da inicio con este
llamado De Salvajes y Rebeldes, ya se darán cuenta por qué.
El termino rock & roll se comenzó a utilizar muchos años
antes de que en los 50 naciera como tal, desde finales de los años 30 con el
disc jockey Alan Fred el cual ya le prestaba atención a todas las influencias
de Rhythm and blues, Western, Blues, etc que tenían unas pequeñas variaciones
en sus interpretaciones, muchas veces haciéndolas más rápidas o sonando más
ruidosas, pero no explotó hasta el año 54 como tal (sin contar lo que aportaba
Muddy Waters años anteriores a la concepción del genero) con el ya clásico hit
bailable de Bill Halley and his Comets, Rock Around the Clock. Esta no es
precisamente la canción que lo comenzó todo pero fue un punto en el cual este
tipo de música podía alcanzar ya niveles grandes de éxito, lo cual se comprobó
al año siguiente.
Pero más allá de la música, de las influencias, de la pre
concepción de este género musical, del camino que se pavimento durante muchos
años directa e indirectamente, hay algunas referencias que alcanzaron el estrellato
un poco antes, dos obras en particular que llegaron al cine e hicieron una
radiografía perfecta del momento que se estaba gestando a partir de susurros y
poses. La primera llegó en el año 1953 y la siguiente en el 1955; The Wild One
y Rebel Without a Cause. Dos estrellas que llegaron a la cima precisamente en
estos años, de los primeros sex symbols juveniles, un destape al erotismo, una
mirada al potencial de los jóvenes descontentos, la reinvención del cine en sí
mismo, la diversificación de la cultura popular.
The Wild One o Salvaje llega a las pantallas de la mano del
director László Benedek, el cual venía predecedido de su gran éxito con Death
of a Salesman, la cual le valió un Globo de Oro en la categoría mejor
dirección, punto aparte es la actuación de un joven Marlon Brando que ya venía
dando que hablar, tanto por su incursión en el teatro y el Actor’s Studio pero
esencialmente por ser el encargado de dar vida a Stanley Kowalski en la
adaptación cinematográfica de 1951 de A Streetcar Named Desire o Un Tranvía
llamado deseo, la cual fue un gran éxito introduciendo así a los mejores años
del icónico actor. Uno de los momentos más recordados es cuando Stanley está
empapado gritando “Hey Stella!” mientras esta sale al balcón y termina por
besarlo y perdonarlo. Luego de transformarse instantáneamente en uno de los
actores más cotizados y venerados, por este símbolo de masculinidad un tanto
sensible y violenta, como era descrito por aquellos años el carácter que le
puso al personaje, y luego por dos actuaciones más que recordadas en ¡Viva
Zapata! De 1952 y Julio Cesar de 1953, llegaría el turno de The Wild One, un
retrato estereotipado de los últimos años de estas pandillas motoqueras, que
nos presentaban una especie de rebeldía que terminaría por volverse muy popular
por aquellos años. Las chaquetas de cuero, las motos, los jeans, el deseo de
generar caos por el simple hecho de hacerlo, mostrando un descontento, más que
intelectual y social, de carácter generacional, los hijos de la guerra, los
buenos tiempos que no eran más que una especie de boom por el ascenso de la que
terminaría por convertirse en la máxima potencia mundial, todo esto quedaba al
descubierto en cintas como esta que más allá de su historia, genero un revuelo
popular muy grande (Marlon Brando se convertiría en uno de los actores más
queridos en este tiempo luego con su galardonada participación en On the
Waterfront o La ley del silencio, la que mostraba la precaria condición social
de los trabajadores que no tenían ni voz ni voto real) por el hecho de reflejar
tan bien el aire que se comenzaba a respirar por aquellos años. 1953 el primer
golpe a la cultura popular de una rebeldía que alcanzaría límites insospechados
de popularidad un poco más adelanto.
En 1955 llegaría el turno de Rebel Without a Cause o Rebelde
sin causa, la cinta que catapultó al
estrellato inmediato de la figura más sobresaliente de la cultura popular en
esta década (junto a Elvis Presley y Marilyn Monroe). James Dean había trabajado
con Elia Kazan para la película Al este del Edén de 1954 (Kazan fue el que
dirigió el debut de Marlon Brando en Un Tranvía llamado deseo) y con esta
consiguió un gran éxito moderado, lo cual le permitió abrirse camino
rápidamente y ser incluido en dos producciones más para el año siguiente: Rebel
Without a Cause y Giant. En la primera nos transportamos a otro hito
generacional, al encontrarnos con un personaje rebelde y atormentado por el
estilo de vida, la falta de comprensión, el entorno pero que por nada del mundo
baja la guardia y se mantiene siempre de pie al rivalizar con todo tipo de
personas de su misma edad, estas pandillas que hacían carreras de autos y esas
cosas. Más allá de conocer el amor, de lograr encontrar gente que de verdad le
importase, aquí nos sumergimos todavía más en el sentimiento de ser un
antisocial sin futuro alguno, la falta de oportunidades y más, lo que se
transformó la bandera de lucha de muchos jóvenes que se sintieron identificados
con el personaje. Y muy buen título para resumir los años que vendrían con el
Rock & Roll y el destape general que llegaría ese mismo año con un joven
veinteañero de Misisipi que revolucionaría la música y el entretenimiento, pues
los adultos en general no entendían de que se trataba toda esta parafernalia
poco moral, tildando a cada ser que siguiese estos pasos como un Rebelde sin
causa, cosa que hasta el día de hoy se mantiene de algún modo u otro. James
Dean se transformaría en otro ícono este año, ya que más allá de ser un
tremendo actor, sus personajes y su vida en general lograron posesionarlo entre
lo más subversivo e indisciplinado del momento, una persona con una pasión
tremenda por aprovechar el día a día, sin límites ni nada, cosa que se emularía
por el resto de los años y por qué no de las posteriores décadas, uno de los primeros
reales rockstars pero con una filosofía con bastante sentido, para nada vacía.
Fanático de las carreras de autos, un día luego de las grabaciones de Gigantes,
este le encarga a su compañera de rodaje Elizabeth Taylor que le cuide su gato
por cualquier cosa que pasara ya que se iría a competir en una de estas
competiciones. De camino a su remolque personal en un cruce de una carretera un
auto a gran velocidad lo impacta, terminando con su vida instantáneamente. El
mundo se paralizó con este hecho, llegando a ser considerado hasta el día de
hoy una de las tragedias más grandes de la cultura popular que llevaría a un
joven James Dean a transformarse en un referente absoluto para sus
contemporáneos y las próximas generaciones. El impacto es hasta el día de hoy
muy grande, su leyenda crece con el paso de los años, una especie de juventud
eterna que sigue retratando tan bien las aspiraciones y los sueños de juventud
en todo el mundo.
El mundo vio como estas dos películas y estos dos actores
influenciarían de manera directa e indirecta todo un movimiento musical y
cultural que daría vida uno de los momentos históricos más grandes de la
década, pues todo cambió o comenzaba a cambiar, las diversas perspectivas que
aquí se originaron alcanzarían limites todavía más grandes en la década
siguiente. Sin menospreciar para nada los otros hitos que en menor o mayor
medida lograrían aportar su grano de arena al nacimiento del rock en sí, el
alcance de Rebeldes y Salvajes es hasta hoy una de las representaciones más
potentes del genero y el estilo de vida, el sentimiento original por así
decirlo, un común denominador, el auge y la caída, los excesos, las tendencias,
el mundo de los rechazados, la rebeldía como acción principal. Este es el
primer capítulo de un total de 5 que cada día que se irán presentando en este blog,
un especial de los años 50 y el Rock and Roll.
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