Pueden que estén o no de acuerdo conmigo, yo no vivi en
aquellos años, estoy muy lejos de alguien que allá podido vivir su adolescencia
en esos años pero como un buen entendido y por pura apreciación personal, en el
rock and roll y la música ligada fuertemente con este, hay cuatro referentes
claves que llevaron la música a niveles insospechados, aportando cada uno un
estandarte que hasta el día de hoy se sigue explotando hasta más no poder:
Elvis Presley, Little Richard, Jerry Lee Lewis y Chuck Berry; cuatro nombres
que deberían ser ligados instantáneamente a la revolución de los 50’s.
De los cuatro nombres ya mencionados en el párrafo anterior,
quizás el que más tardo en conseguir el éxito fue el mismísimo Jerry Lee Lewis,
pues a pesar de que ya daba que hablar por sus alocadas actuaciones con su
particular ritmo de Rock and Roll heredero clásico del Boogie-Woogie, las
ventas no lo acompañaron en sus primeros años, no es el caso de los otros tres
restantes, que dos años antes (1955) comenzaban a gestar ya sus primeros éxitos
a través de singles baratos que sonaban en varias radios del país. Singles como
Maybelline o That’s All Right sonaban ya en 1955 y que hacían tambalear ya el
piso a muchos jóvenes y adultos de aquellos tiempos.
Elvis Presley sin duda es el nombre más conocido entre todos
los ya anteriormente mencionados, pues fue el primero que dio el gran golpe por
aquellos años destronando a un Carl Perkins que por aquel entonces era heredero
indiscutido para ocupar el trono de Rey del Rock & Roll. Pero la ambición
del rey comenzó ya por el año 1953 cuando Elvis entro al mítico estudio de Sun
records, en el cual grabó dos canciones que pensaba regalarle a su madre, a
pesar de no escoger un estudio a unas pocas cuadras del lugar en el cual uno
podía grabar sin la necesidad de ser muy profesional. Una anécdota incluso
cuenta que la recepcionista le preguntó qué tipo de cantante era a lo que él
respondió “Canto todos los tipos (de música)” luego ella volvió a preguntar
cómo quién sonaba y él respondió “No sueno como nadie”. Un verdadero rockstar
desde cabro chico pero la cosa no fue tan fácil, pues ese año y el siguiente, a
pesar de intentar conseguir algún poco de fama y reconocimiento en una carrera que
ya pensaba en grande, las cosas no se daban por variados factores, entre los
cuales se decía que no era novedoso, que tenía poca armonía e incluso que
intentaba imitar a los negros pero era blanco, cosa que no estaba del todo
alejada pues Elvis disfrutaba mucho escuchar blues. Nuevamente en Sun records en el 1954 Elvis
junto a dos amigos grabarían el sencillo That’s All Right, una vieja canción de
blues de los años 40 y saldrían en pequeñas giras tocando unas cuantas
canciones, lo que fue creciendo hasta el punto de que se volvió un numero
estable entre algunas radios y presentaciones de similares características que
su música, pero lo que más impactaba en vivo era su performance, un poco
salvaje y enérgica. Así en el año 1955 ya era un nombre bastante prometedor en
la pequeña industria y movimiento que se estaba generando por aquellos años.
1956. Todo cambió. Elvis lanzaba Heartbreak Hotel y su popularidad se elevaba por los aires hasta que lanza lo que se definiría como su alcance definitivo de la fama. Su primer álbum simplemente titulado Elvis Presley, el cual contaba con el ya clásico sencillo de Carl Perkins Blue Suede Shoes y que Elvis, al igual que con todos los otros covers, les dio una forma bastante única. En sus canciones se podía ver una mezcla perfecta entre el jazz negro, el country y el blues pero con la diferencia de sus contemporáneos (excepto Chuck Berry) que usaban el piano como instrumento principal, él basaba sus canciones en una guitarra rápida a más no poder, y lenta manteniendo el ritmo hasta estallar. Se puede decir que con o sin compañía de músicos, Elvis sonaba igual. Los programas radiales y de televisión no se hicieron esperar, pues todos estaban maravillados con la energía y el despliegue de sensualidad que los movimientos y las canciones de Elvis tocaba en vivo, con versiones de Hound Dog de por medio, llegó hasta el aclamado programa de Ed Sullivan. Hound Dog, Don’t be Cruel y su propia película Love me Tender, todas unas seguidillas de éxitos, más sus actuaciones en vivo que generaban verdadera histeria entre su fanaticada, llegó un momento clave en su carrera y no necesariamente en lo musical. Luego de años plagados de éxitos, Elvis Presley seria reclutado en el servicio militar en el año 1958, lo que le hizo detener abruptamente su carrera musical, incluso él creía que ya esta había llegado a su fin. En esta instancia Elvis sufriría dos grandes desastres, la muerte de su madre y su acercamiento a las anfetaminas, cosas que lo seguirían por el resto de su vida. Elvis nunca volvió a estar tan activo como en estos primeros años, pues a pesar de que en los 60 lanzó muchos singles y películas, muy pocas veces se le vio una alta participación como en el año 56 o 57, donde sus movimientos de caderas quedarían registrados hasta la posterioridad, incluso se dice que nunca volvió a recuperar del todo su sonido clásico, aunque no confundamos, ya a mediados de los 60 y sobre todo a finales de estos Elvis era una mega estrella, una figura de élite. El mismísimo rey del Rock.
La otra gran figura, mucho más de culto y que mucha gente
cataloga como el verdadero rey del rock, más que nada por la importancia que le
dio a la guitarra, fue Chuck Berry, creador de himno tras himno, muchos con un
intro similar, una temática similar pero con un desplante que hasta el día de
hoy se sigue emulando hasta más no poder. El gran creador de ese rock más
agresivo y negro, referente obligado de The Rolling Stones, Chuck Berry fue el
gran icono y hasta el día de hoy de cómo pararse frente a un público inquieto e
inquietarlos todavía más (Ver Volver al futuro).
La carrera de Chuck Berry se remonta a muchos años antes,
precisamente al año 1950 cuando se unió a un grupo de Rhythm and Blues e la
cual interpretaban clásicos de leyendas bluseras como Muddy Waters o Nat King
Cole, añadiéndoles un poco de la típica personalidad musical de Chuck, el cual
rápidamente se ganó las miradas de todos e incluso rebautizando el nombre de
lavanda a Chuck Berry Combo, por la misma banda. Pero los años fueron duros y
poco fructíferos pues ninguna gran oportunidad llegaba hasta que en 1955 (el
destino tiene algo con este año) en Chicago fue a un show de Muddy Waters y lo
conoció y este, muy amable le recomendó hablar con la discográfica Chess
Records, con la cual lanzó su primer disco en 1957 y el éxito Maybelline en
1955, una versión de una vieja canción country. La carrera de Chuck despegó
luego de algunos singles sin mucha atención, cuando ya en 1956 lanza Roll Over
Beethoven, seguida de School Days, dos de sus más grandes hits de su historia.
1957 al lanzar su primer disco, y gozando del gran éxito de sus canciones, el
reconocido Disk Jockey Alan Freed organizaría un súper tour llamado Biggest Show
of Star que recorrió gran parte de USA y en el cual participaban grandes
nombres como Buddy Holly o The Everly Brothers, aparte del mismísimo Chuck
Berry que aprovecho de esta para estrenar su nueva gran canción Rock and Roll
Music, otro himno generacional. Pero no sería hasta el año siguiente en que
Chuck Berry tocaría las estrellas con dos super hits, el primero Sweet Little
Sixteen y su canción más emblemática, Johnny B. Goode dedicada a su mentor
Johnnie Johnson y la cual sería versionada un millón de veces por todo tipo de
artistas durante la posteridad. El particular estilo de guitarra de Chuck
sumado a su facilidad por crear grandes canciones lo convirtieron en uno de los
artistas más emblemáticos de la década, la cual o terminaría para nada bien
debido a un gran escándalo ocurrido en 1959 cuando fue acusado de violación a
una menor, lo que lo llevó a estar 3 años encarcelado, un golpe duro del cual
nunca logró recuperarse del todo aunque se supo que él nunca había cometido tal
acción que fue impuesta más que nada por un altercado legal con esta mujer de
14 años, a la que le ofreció un trabajo de camarera en uno de sus clubes, lo
que en ese entonces era legal, sumado a los intereses racistas del juez.
Little Richard fue otro de los nombres más recordados de
esta década, ya sea por su particular estilo de tocar, sus canciones
sugerentes, su gran voz y su condición sexual, la cual le trajo más de algún problema
en su carrera. Ya en el año 1950 daba que hablar en la música al ganar un
concurso local, lo que lo lleva a grabar unas cuantas canciones e la compañía RCA
records, cosa que no fue del todo fructífera pero que lo introduciría ya en el
ambienta, para luego en 1953 ponerse a la cabeza de la banda The Upsetters, con
la que tocaron y grabaron un par de cosas sin demasiado éxito. Todo comenzó a
cambiar cuando Specialty Records le ofrece grabar un disco, siempre y cuando no
lo hiciera con su banda, cosa que aceptó en su momento (aunque más adelante
volvería con The Upsetters). Las cosas no dieron fruto pues todo era bastante monótono
y normal al tipo de música que se hacía en aquellos años, nada novedoso, cosa
que cambio radicalmente cuando de un momento a otro comienza a cantar una
canción de carácter bastante sexual y explicito pero que llevaba un ritmo
pegajoso y vertiginoso. No era otra cosa que Tutti Frutti, una canción que fue
levemente modificada en la letra ya que sugería demasiado su condición
homosexual a lo quela sociedad y el público en general no estaba para nada
preparado en aquel entonces, incluso ahora con una frase que decía “Tutti
Frutti, good booty (Tutti Frutti, buen culito) ” repetidas veces y que remataba
con una frase para el oro “If it don’t fit don’t force it, you can grease it
make it easy (si no entra, no lo fuerces, puedes engrasarlo para facilitarlo).
Pero la historia dijo otra cosa y la canción cambio esta polémica para llevar
el archi conocido “Tutti Frutti, all rooty/a-wop-bop-a-loon-bop-a-boom-bam-boom!”.
Durante los años siguientes Little Richard seguiría dando que hablar con muchos
hits como Long Tall Sally o Good Golly, Miss Molly, a pesar de tener todavía
muchas más canciones que daban a entender su homosexualidad, pero en 1957 todo
cambió al renunciar a su estilo de vida ligado a grandes estrellas, lanzando
sus anillos ultra caros y tirándolos a un lago o rio y comenzar una nueva vida,
convirtiéndose en un ministro pentecostal y estudiando Teología. El radical
cambió fue un duro golpe para el movimiento de aquellos años, el primero de
muchos que vendría pues supuso el fin de una de las voces más emblemáticas del
Rock and Roll de aquellos años y a pesar de que seguiría con su carrera años
más tarde y por mucho tiempo más, nunca se le volvió a ver tan radical y
radiante como en estos años llenos de actividad y asombrosas canciones.
Pero entre todos estos nombres, quizás el caso más trágico de
cómo una estrella puede estar en la cima y de un día para otro caerse para
nunca volver a ser el mismo es el denominado Asesino, Jerry Lee Lewis. Su
manera caótica de tocar y su historia en sí lo han convertido en un referente
obligado en la historia de la música, pero ya en aquellos años de gloria
disfrutaba un status casi divino, muchas veces inflado por sus salvajes
presentaciones e innumerables anécdotas, llenas de todo tipo de excesos. Quizás
la primera gran estrella del rock no consiguió el éxito hasta el año 1957, pues
a pesar de que ya en 1952 y 1954 tenía algunas grabaciones y actuaciones sobre
el cuerpo, su vida amorosa muy poco estable le hacía no concentrarse del todo
en su carrera. No fue hasta el 1956 en que leyendo un artículo en una revista o
un diario sobre Elvis Presley decide adentrarse en la aventura y probar suerte
en la mítica Sun Records para grabar un par de canciones, entre estas una
canción propia. Ese año algo que marcó su vida fue una improvisada sesión musical
en la misma compañía discográfica en la que participarían los legendarios Carl
Perkins, Johnny Cash y Elvis Presley, siendo este casi un perfecto desconocido
lo que le dio un gran impulso en su carrera. Llega 1957 y Jerry Lee Lewis inaugura
el años con la archi conocida Whole Lotta Shakin’ Going On, canción que le catapultaría
al éxito inmediato, llevándole a tocar esta canción en un show 25 veces en la
noche a pedido del público, pues la canción era tan buena y la manera salvaje
de tocar de J.L.Lewis le convertiría en un hito inmediato. Luego de no poder
tocar en el programa de Ed Sullivan por la censura impuesta a su emblemática canción,
otro show televisivo le abre la puerta y su canción lo llevó a lo más alto de
las listas. Le seguirían otras grandes canciones como Great Balls of Fire o
High School Confidential, siendo esta primera interpretada en un show de
apertura en un concierto de Chuck Berry, lo cual no le causo mucha gracia pues según
él no merecía estar de telonero, a lo que al tocar la canción incendia el mismo
el piano retando a un duelo a Chuck Berry para que este lo superase, pero el
gran escándalo que lo seguiría por mucho
tiempo, llevándole a perder gran parte de su popularidad fue cuando en el año
1959 se supo que estaba casado con su prima, la cual tenía solo 13 años (y el 22) lo que acabaría por cancelar en
Inglaterra muchos de sus conciertos. La gente y la escena en general lo apartaron
por su carácter revoltoso, sumado a este hecho, lo que le produciría una
profunda adicción a las drogas y una depresión que le costó remontar en su
carrera. En los posteriores años las tragedias abundarían en su vida, siendo
una de las más impactantes la muerte de su hijo de tan solo 3 años, ahogado en
una piscina en el año 1962.
A pesar de que hay muchos más nombres que de una manera u
otra aportaron a la escena, al nacimiento del rock en general y a la cultura
popular en aquella década llena de cambios, estos cuatro en particular llevaron
las listas al extremo de popularidad, siendo Elvis Presley el más conocido y
exitoso y el único que posteriormente seguiría manteniendo un gran éxito,
debido a sus constantes reinvenciones tanto musical como estilísticamente, transformándolo
en un referente indiscutible durante las posteriores décadas y hasta el día de
hoy, mientras que Chuck Berry logró remontar su carrera gracias a la constante
influencia que genero en nuevos artistas y bandas, transformándolo en uno de
los rockeros de culto más importante y famoso de la música, a pesar de que
nunca volvió del todo a la actividad. Caso aparte es Little Richard que por
decisión propia se alejó de la música volviendo solo en ciertas ocasiones a
lanzar algo nuevo o a interpretar sus ya clásicas composiciones, disfrutando
hoy en día un status intocable debido a su gran voz, una de las más notables en
la historia del la música pop, y quizás el más lastimado de todos fue Jerry Lee
Lewis, el cual nunca logó remontar su carrera del todo, a pesar de que siguió intentándolo,
incluso lanzando uno de los álbumes en vivo más ruidosos en los 60, nunca se le
reconoció del todo hasta los años 80 cuando su popularidad volvió con el
lanzamiento de una película que contaba sus primeros años y luego ya en la década
del 2000 lanzando música con grandes nombres de la música en general que se
vieron honrados con ayudarlo.
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