lunes, 29 de diciembre de 2014

Premios a mordiscos 2014: Los 17 mejores discos del año


Los premios continúan con la categoría más importante, la de mejor disco del año. De entre muchos nombres conocidos y desconocidos, diversos discos fueron los que aparecieron este año y que solventaron carreras como nunca. Toda una generación nueva se impuso por sobre los habituales representantes de los últimos años, a pesar de que los regresos y las consagraciones no pegaron con tanta fuerza, muchas bandas y artistas son los que vieron como sus discos llegaban tan alto en las listas, o simplemente pasaban de voz en voz a tal punto de conseguir cierta popularidad más clandestina que masiva pero igual de importante. Más allá de que el 2013 fue mucho más activo, este 2014 a mi parecer estuvo más interesante e innovador. He aquí una lista de los 17 mejores álbumes del año. Todos son buenos, así que la posición realmente no importa, es música al fin y al cabo, la subjetividad es pan de cada día.


17. Vintersorg – Naturbål


El mejor disco que el duo Sueco de Metal Pagano ha lanzado desde su inquietante The Focusing Blur por allá por el año 2004 y es que 10 años después, después de varios aciertos y desaciertos bastante interesantes pero demasiado poco contundentes, Vintersorg supo dar en el clavo lanzando uno de sus trabajos más logrados de su carrera. Naturbål juega con los elementos clásicos de la banda, entre los rugidos Black Metaleros típicos del frio norte de Europa y las incertidumbres progresivas que tanto promovieron desde Cosmic Genesis, el grupo supo dejar al margen su lado sus miedos y dudas para dejar un disco melódicamente potente que contiene tremendos temas como Lågornas Rov o Överallt Och Ingenstans. Vintersorg está de vuelta como en sus mejores tiempos. 





16. Code Orange – I Am King



Hace mucho tiempo que no escuchaba un disco bien salvaje y violento que me dejara tan contento y expectante a lo que una banda pudiera llegar a hacer en un futuro no muy lejano y es que la banda de Hardcore Punk Code Orange es más que solo eso, desde sus inicios como Code Orange Kids y con su disco debut que venían haciendo cosas bien interesantes  pero con I Am King y su visión media experimental del género, lograron despachar un disco intrigante y bien inspirado, siempre fiel a sus raíces. De lo mejor del año y con harto potencial para que evolucionen todavía más.









15. Weezer - Everything Will Be Alright in the End


La banda Nerd logró dar un gran salto musical luego de varios discos que en su tiempo dejaron mucho que desear y que hoy tenemos solo para completar la discografía oficial (a excepción de algunos temas obviamente) pero no es de extrañarse eso en una banda que sabe de la gloria y el fracaso, de un año a otro, pero que constantemente intenta posicionarse como un número más maduro, sin perder la esencia y con este nuevo disco la banda logra acertar uno de sus golpes más certeros y gratificantes. Para mi es lo mejor que la banda ha lanzado desde su segundo homónimo del 2001 (el álbum verde) comenzando con un inicio demoledor encargado de la dupleta Ain’t Got Nobody y Back to the Shark, creciendo notablemente con Eulogy for a Rock Band, aunque lo mejor está reservado para el final con la trilogía de The Waste Land, Anonymous y Return to Ithaka que a ratos nos da a entender que, cuando quiere (y puede) Rivers Cuomo puede ser el compositor más épico en la actualidad.




14. FKA Twigs – LP1


Una suerte de renovación de la escena musical menos pop del Hip-hop con cierto aire Trip-hop es lo que FKA Twigs viene ofreciendo desde hace algún tiempo, partiendo con sus dos Eps (EP 1 y EP 2) que dejaron la vara muy alta para que la artista liberase al fin su primer y esperado álbum titulado simplemente como LP1 y desde el primer momento que lo escuchamos (Yo y muchos más) supimos que estábamos en presencia de uno de los discos mejor logrados del año. Experimentación y electrónica, con bases entre bailables y envolventes, todo un mundo propio que va desde el minimalismo hasta la sobre producción sin traspasar la línea del mal gusto, todo un acierto para una de las artistas que más aplausos sacó este año. Si Two Weeks no fue suficiente, puede que el disco entero les guste más.





13. Leonard Cohen – Popular Problems


Leonard Cohen dejó atrás sus visiones existencialistas más personales como humano y persona para ponerse nuevamente en los zapatos más contemplativos de un fantasma sin rumbo, y de alguna forma así pareciera haber nacido Popular Problems, un recorrido desde la voz más ronca y calma, casi susurrante de un Leonard Cohen que ya hace mucho tiempo que parecía haber abandonado ese fuego lírico tan característico de él pero que con este testamento entre moderno y melancólico, de alguna forma trajo de vuelta y que bien que lo hizo con temas como Almost Like the Blues o la sensual A street. No es un clásico instantáneo, a estas alturas con todo lo que nos ha entregado sería egoísta pedirle más pero la gracia no está en eso, más bien está en el poder y deseo de Cohen por comunicar, reflexionar, expresar y contar, a modo de formula que siempre es agradable escuchar de él y que en esta oportunidad alcanzó cuotas realmente altas e interesantes.





12. The War on Drugs – Lost in the Dream


Quizás la gran sorpresa del año fue el revelador y apasionante tercer disco de una banda que, más allá de su propuesta Indie alteradora de sentidos, no había logrado dar en el clavo del todo; Lost in the Dream fue un pequeño paso para la banda y un gran salto para la música. Hacía falta un disco así, desde que Kurt Vile saliera de la banda luego de su primer disco, la banda no logró encontrar del todo la fortaleza en su segundo álbum Slave Ambient pero la inspiración llegó de la mano de Adam Granduciel que se puso las botas de la inspiración para así lograr dejarnos un disco al que le sobra calidad y emoción. Red Eyes dispara como un clásico instantáneo, a la vez que An Ocean in Between the Waves deja constancia de su legado entre estadio y Spacemen 3, cosa antojadiza que estalla con cada nueva escucha que se le da a la canción,  y a un disco que brota como uno de los grandes aciertos del año.  





11. Ana Tijoux - Vengo


La primera vez que escuché La bala (Disco del año 2011) pensé de inmediato que 1977 le había quedado demasiado grande a Anita Tijoux para que está lo superase, cosa que con el tiempo me fue quedando menos claro pues se trataba de un disco transitorio y más maduro que definitivamente la iba a llevar por un camino distinto y quién lo pensaría que con Vengo las cosas pasaron a ocupar el lugar que siempre debieron haber ocupado, como si la artista lo hubiese planificado todo desde un principio y es que parece impresionante la versatilidad y diversidad que la Ana Tijoux explora y recorre durante todo el disco desde esa bomba llamada Vengo, pasando por el hit radial Somos Sur o los momentos más íntimos de Los peces gordos no pueden volar, el disco cobra cada vez más fuerza con cada reproducción pero a la vez siendo lo más accesible de su carrera, posee una calidad que hace mucho tiempo no escuchábamos de una artista de exportación como ella, cambiándole la cara en todo sentido al concepto. 





10. Manic Street Preachers - Futurology


Se dice que los Manics grabaron Rewind the Film y Futurology casi al mismo tiempo, cosa que parece tan impresionante que a la primera reproducción de Futurology, habiendo escuchado ya Rewind the Film, quedamos impactados al ver lo distintos que son, pues mientras el Rewind abordaba desde una perspectiva más personal tanto lo musical como lírico ciertas problemáticas humanas, Futurology da rienda suelta a todo un imaginario moderno con temas tan imprescindibles como Dreaming a City, Misguided Missile, el single Walk me to the Bridge o la pegajosa Europa Geht Durch Mich. Una mutación que más allá de los aplausos que acaparo por parte de la prensa y los fans más devotos de la banda, dio al parecer un nuevo impulso a la banda que actualmente se encuentra celebrando los 20 años de The Holy Bible. Tremendos.





09. Damon Albarn – Everyday Robots


El debut como solista de Damon Albarn no fue otra cosa más que un ejercicio necesario que muchos de sus fans estaban esperando con ansias hace mucho tiempo ya, pues si miramos bien la carrera tan variada e inquieta de uno de los referentes más prodigiosos de la música Británica en los últimos 20 años, puede parecernos extraño como tanto talento y movimiento no despertase un lado más personal en un artista, que más allá de sus obras más grandes, nunca dejó de expresar lo que sentía así que Everyday Robots llegó en un momento acertado según muchos, con una búsqueda más profunda pero innovadora a la vez, que despertó todo tipo de aplausos cuando se escucharon fuerte temas como Mr. Tembo, Hostiles o la mismísima Everyday Robots que desde un comienzo ponía una cuota alta al álbum. En definitiva el álbum terminó por sentenciar una espera larga que no dejó indiferente a nadie. 





08. Beck – Morning Phase


Muchos dicen que Morning Phase es el hermano menor del exitoso Sea Change del año 2002, pero no sé si verlo así, más bien parece como el primo sureño que desde un mismo rincón personal, más reflexivo y no tan emocional que recoge todo tipo de enseñanzas de vida y fracasos para musicalizarlos y dejar que el viento se los lleve, y así volver a crecer como persona, esta vez como el tremendo artista que es Beck, que otra vez logró crear un disco hermosamente inspirado, mucho menos nublado pero igual de efectivo. Así, con esta tónica desfilan baladas de ensueño como Heart is a Drum o la redentora Wave, a la vez que Blackbird Chain se anota como una de las favoritas de la gente y así, todas y cada una de las canciones nos van mostrando pedazos del alma de un músico inquieto e indefinido.





07. Natisú – La Historia


Si Natalia Suazo logró dejar medio maravillados- medio incrédulos a gran parte de la gente que la escuchó y no supo si la artista lograría sobrevivir a la extrema búsqueda de su propuesta en un país poco acostumbrado, con La Historia, su segundo larga duración después de su Deshabitar EP Los Muertos, logró posicionar un trabajo musical intenso, oscuro, reflexivo y elegante que lograba identificar a los que escuchaban temas tan universales como Continente o Cuerpo al Mar, que retrataban de manera susurrante los peores demonios que todavía andan dando vuelta por el mundo después de un siglo tan conflictivo y bélico. Planeta Nuevo puede que sea la mejor canción que Natisú haya compuesto, es brillante y poderoso, de lo mejor del año a mi gusto, un logro que para los que habíamos escuchado antes su música, era solo cosa de tiempo.





06. Scott Walker + Sunn O))) - Soused


La combinación atípica engendrada por el eterno Scott Walker y la banda experimental de metal Sunn O))) fue de lo más extraña y comentada por los círculos más herméticos en el mundo de la música, y trajo consigo un disco llamado Soused que en todo momento deja constancia que la vigencia y ambición de Scott Walker es algo insuperable. Soused nos muestra viajes operáticos y barrocos en los que Sunn O))) se va adecuando a la hora de ejecutar una labor sobria, por los pantanosos y confrontacionales terrenos de Walker, sin más ni menos va recorriendo, desde Brando hasta Fetish, todo es Scott Walker, un artista capaz de hacerte comer mierda del suelo y en un solo instante elevarte a los confines más sagrados del paraíso, aunque esta vez todo fue más oscuro y dramático, condición que termina por hacer de esta colaboración, una joya por sí sola.





05. Sharon Van Etten - Are We There


El cuarto disco de estudio de Sharon Van Etten es una licuadora de experiencias y desilusiones amorosas que florecen de una manera oscura y melodramática en todo tipo de canciones y baladas que no hacen otra cosa más que ponerte los pelos de punta, pues es impresionante como los susurros pasionales que van y vienen desde cada rincón emocional, no logran nunca quebrarse, es más, se logran sincronizar de manera perfecta, sin encontrarnos con el caso de tener hermosas composiciones y pálidos intentos de esto, ya que todas las canciones que aquí aparecen son igual de grandes, desde las más conocidas como Taking Chance y Afraid of Nothings hasta la grandiosa Break me, incluso dejando una extraña y conmovedora melodía en una que dio mucho que hablar y es que Your Love is Killing me, sin pensarlo dos veces, fue una de las mejores canciones del año.





04. Jack White - Lazaretto


Si el primer disco como solista de Jack White no terminó por convencernos del todo, el segundo larga duración Lazaretto despejó cualquier que indicase alguna falta de claridad creativa por parte del artista, pues desde un comienzo con ese ritmo medio blues y boogie a la campirana de Three Woman, los caminos se abren y comprendemos que las preocupaciones van de la mano del reciclaje musical que Jack nos tenía acostumbrados en The White Stripes. Géneros van, décadas pasadas vienen y así de esta manera desfilan un montón de temas como la borrachera de Just One Drink, la apasionada Would you Fight for my Love? O la divertida That Black Bat Licorate que hacen justicia a un álbum que, sin tener un clásico instantáneo, tiene pequeñas muestras de la esencia estos en cada una de las canciones que componen el disco. Buen acierto el del señor Jack el Blanco.





03. At the Gates – At War with Reality


At the Gates se despachó un regreso discográfico de aquellos, dejando atrás todas las dudas que aparecían sobre si la banda retomaría el gran nivel compositivo dejado 19 años atrás con su excelente Slaughter of the Soul pero con solo escuchar la brutalidad de Death and the Labyrinth, podemos dejar constancia que, al igual que Carcass el año pasado, no hay nada como la vieja escuela del Death Metal Europeo. Si los conciertos de reunión acercaron tanto a viejos como a nuevos fans que veían a At the Gates como una de las bandas más influyentes de los noventa en el Metal, este disco terminó por convencerlos y hacerlos parte de su fiel fanaticada que de seguro disfrutará canciones como Heroes and Tombs o The Head of the Hydra.






02. Mourn - Mourn


El disco debut del año a mi parecer. Es tremendamente gratificante que una banda compuesta por integrantes menores a 20 años haya despachado un disco tan envolvente y potente, que va desde esos ritmos atrapantes de unos Nirvana en pleno auge y una PJ Harvey en sus dos primeros discos, sin embargo el mérito va más allá y es que Mourn suena propio, como ninguna banda actual, indagando en su búsqueda por una música mucho más expresiva que ningún modelo estándar puede satisfacer y de esta nacen canciones como Your Brain is Made of Candy, o el single Otitis, incluso la catarsis en la tremenda Silver Gould que, más allá de convencer, deja con un gusto a poco en un sentido completamente positivo, pues ya queremos escuchar otro disco de la banda, más música porque sabemos que tienen potencial de sobra para convertirse en un grupo de peso mundial.






01. St. Vincent – St. Vincent


Crónica de un triunfo anunciado. Desde que apareció su primer disco solista fuera de The Polyphonic Spree, la tierra se fue moviendo poco a poco sin reconocerle inmediatamente el enorme talento y la brillantez artística que ésta poseía, pero ella fue mucho más allá y se mudó cuantas veces quiso de imagen para lanzar discos como el Actor o el Strange Mercy que siguieron recogiendo grandes críticas, pero sin ofrecerle mayor masividad a su propuesta. Las cosas las puso en orden el disco lanzado en conjunto con David Byrne que mostró al mundo, como Annie Clark se puede parar de igual a igual con un artista del peso del ex Talking Heads, con muchos años de experiencia menos pero con la misma fuerza y madurez. St. Vincent, su cuarto disco solista fue lanzado este 2014 y sin lugar a dudas se ha convertido en el mejor álbum del año, por el solo hecho de que en él, la música es lo que importa. Desde el esquizofrénico revés que ofrece Rattlesnake y Birth in Reverse, las cosas florecieron de manera mágica con Prince Johnny, que se viste de un soul futurista a la altura de cualquier neo clásico de la música del siglo XX. Así transcurren los minutos y temas como la sobre escuchada Digital Witness dejaban la nota alta, a la vez que Regret y Psychopath superaban la prueba con creces por seguir moviendo la máquina sonora de un lado a otro, sin caer en la repetitividad al momento de usar los mismos recursos sonoros del disco, una gracia que no tiene nada que ver con el talento o algo así, sino más bien con el enorme alcance visionario para saber cómo hacer mucho utilizando las reglas clásicas de composición. St. Vincent se graduó con uno de los discos más inspirados de lo que va de la década. Hacían falta Neo Clásicos.




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