Hoy me encontré con una noticia que ha ido circulando bien rapidito
por todo tipo de plataformas musicales y uno que otro muro en facebook de gente
que le agradó lo que leía y es que ayer en una ceremonia de la BBC para escoger
al artista (británico creo) más influyente del año salió Chris Martin de
Coldplay a decir que le había enviado una canción a David Bowie, postulante de
este premio para que él grabará su voz pero este último rechazó tal oferta diciéndole
que no era su mejor canción. Corta, no le compró.
Y es que no hay motivos para celebrar a Bowie, cualquier
fanático del duque blanco lo hace todos los días de alguna manera u otra,
recorriendo todo tipo de discos y canciones y colaboraciones y obras fuera de
la música que este señor británico haya realizado en su larga y exitosa
carrera, incluso simplemente pensándolo porque digamoslo, a cualquiera que le
guste Bowie para siempre le gustará y nunca decaerá esa imagen en este artista
tan influyente que de buena manera y como un caballero le dijo que no a ese
cabro mimado del Chris Martin. Pero bueno, más allá de eso y como era obvio me
puse a escuchar algunos temas al azar de
dios, y pucha que tiene temas buenos, es como increíble que con tantos ir y
venir en su vida haya dejado obras e influencias por montón, liderando
movimientos con guitarra en mano o simplemente alejándose de todo para llevar a
cabo sus ideas más excéntricas y radicales y de este tipo de miradas es que
salió esa hermosa tirada de discos entre el año 1977 y el 1979 titulada la trilogía de Berlín, producida por
el mismísimo Brian Eno, todo un peso pesado con sus discos solistas, como con
Roxy Music e incluso por sus discos colaborativos pero mucho más por su
particular mirada acerca de la producción, un arte en sí mismo. Low, Heroes y
Lodger, tremendos discos que siempre y en cada momento de mi vida los escucho, maravillándome
y sorprendiéndome de igual manera y es que son clásicos pero no solo eso, son
eternos y demasiado modernos para el modernismo mismo actual y para el que
viene, barrocos pero modernos.
Pero la canción del día no es de la trilogía de Berlín pero
es del disco anterior a ese suceso, el tremendo Station to Station o cuando
Bowie comenzó a mirar la escena alemana con Kraftwerk a la cabeza, un disco
transitorio como si Bowie se despegara de su sonido Young Americans dejando las
últimas piezas y comenzara a experimentar mucho más. La canción del día con la
oscura Station to Station del siempre eterno David Bowie.
Título: Station
to Station
Intérprete:
David Bowie
Álbum: Station
to Station
Año: 1976
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