Si hay un artista que sabe de altos y bajos, de altísimos y bajísimos,
que conoce el cielo y el infierno como la palma de su mano ese es Bob Dylan, un
eterno, un desaparecido, un constante, un ermitaño, una estrella de rock and
roll, un completo desconocido, la voz de una generación, un profeta, un
mendigo, el bueno de Bob se ha sabido pasear por todo tipo de emociones y
etapas de su vida en lo musical como Pedro por su casa, su influencia e importancia
va desde los imponentes Beatles hasta el vecino de la esquina, todos conocen a
Bob Dylan y Bob Dylan pareciera conocernos a todos,
Entrando en los años 90 Bob avanzaba dando un paso en
chocolate y un paso en el barro, lanzando tremendas composiciones y otras que
vale la pena olvidar, embarcado en su Never Ending Tour, desde el año 1988
hasta la actualidad (hácete esa) dando aproximadamente hasta el día de hoy unos
100 shows al año, el lado compositivo no lo supo acompañar de la mejor manera
aunque ya no tenía mucho que demostrar. Error, ya en 1989 había editado Oh
Mercy, una vuelta a las grandes canciones a demás de haber sido parte del Dream
Team de la música, The Traveling Wilburys junto a George Harrison, Roy Orbison,
Tom Petty y Jeff Lynne pero no fue hasta
el año 1997 cuando la calidad compositiva de Bob Dylan nuevamente a tocarnos el
alma. Time Out of Mind era un disco oscuro, casi tenebroso, el abrir un corazón
podrido y encontrarnos con grandes canciones que nunca habíamos escuchado pero
que a la vez conocíamos tanto o más que nuestros propios sentimientos, con
temas como Not Dark Yet o Love Sick nos dejábamos llevar por una leyenda
viviente que sabe bien cuando complacer y cuando destruir.
Así es Bob Dylan, un tanto misterioso, un tanto apático, un
tanto reacio a todo pero a la vez un músico que interpreta con extrema
fidelidad los rincones más siniestros del alma, como los pasajes más pasionales
de nuestra memoria, ya sea protestando o con esa lírica surrealista, ya sea
como un amigo o un completo desconocido, Time Out of Mind fue sin duda la
última gran obra maestra de él, lo que no quiere decir que no haya sacado
buenos discos en la posterioridad. Make you Feel my Love bordea quizás al Dylan
más humano, ese que no sabemos si realmente existe, una balada un tanto atípica
que termina por apretarnos el corazón, y aunque digan que Bob Dylan es pura
cabeza, la verdad es que realmente es puro corazón.
Título: Make you Feel my Love
Intérprete: Bob Dylan
Album: Time Out of Mind
Año: 1997
No hay comentarios:
Publicar un comentario