sábado, 11 de octubre de 2014

Discos 90's: Jeff Buckley - Grace (1994)


Nombre: Grace

Intérprete: Jeff Buckley

Año: 1994

Columbia Records


Citando a una frase de una canción de una mala película de Rock, And we all die Young…ese pareciese ser la tónica maldita de las grandes luces universales que de un momento a otro pasan a ser memoria extinta de un futuro prometedor. Las cosas no cambian del todo, la muerte persigue aquellas almas pasionalmente radicales de diversas maneras, y entre estas, las drogas, la autodestrucción, los accidentes, el fracaso, el suicidio, las enfermedades, todas y cada una de estas tumbaron las esperanzas jóvenes de un mundo que ha vivido ilimitadamente por estas, y en uno de los pilares fundamentales de la música moderna aparecen obras atemporales, atormentadas, llenas de una sensibilidad paranoica casi de tragedia griega que resisten el paso de los años de una manera casi aterradora. Entre ruidos y sables, entre pomposidades y trovas que repiten una y otra vez las mismas palabras, aparece Jeff Buckley, una crónica anunciada de un trágico desenlace que afortunadamente alcanzó a dejarnos la gran obra maestra de los últimos 20 años. Ninguna se le parece, ninguna si quiera le toca los talones del pie, Grace es único y para siempre.


De una descendencia atemporal legada de su padre Tim Buckley, el cual fue una figura ausente desde los comienzos hasta su temprana muerte, es cómo podemos llegar a comprender de cierta forma esa sensibilidad artística de Jeff, una ausencia que fue más presencia que ausencia, la constante búsqueda que nos llevó a admirar los primeros tiernos sonidos que ensordecen con el pasar de los segundos a todo aquel que no sabe que mierda está escuchando, pues Mojo Pin hasta el día no alcanzamos a comprenderla del todo, pareciese ser la canción más caóticamente suave que exista, la que puede llegar a hacernos tomar el disco y lanzarlo lejos pero nada de eso sucede, uno no puede adelantarla, ya que los sonidos se te meten como somnífero por los oídos hasta llegar a ciertos climax que te sacuden en velocidad y fuerza; Un mejor inicio impensado, como el paso de Mojo Pin hasta el santo grial del rock and roll representado con todo lo que puede llegar a significar esto, pues nos comemos el segundo track llamado Grace como si te obligasen a devorar un montón de ají, y esa es la gracia de Grace, es puro fuego, pura sensualidad que nos quema como lava ardiendo, es como hacer el amor, todo un proceso que desemboca en el mejor de los orgasmos musicales que he escuchado en mi vida; ese grito quema, es eterno, te hace volver y volver a él, una y otra vez, nunca termina por cansarnos, podemos buscar todo tipo de gritos, más viejos, más nuevos pero siempre volveremos a él, de este nos enamoramos. Last Goodbye, una canción de amor y desamor ampliamente alabada por todo tipo de músicos, un momento especial para el que fuese el guitarrista de Suede en sus primeros dos discos, haciendo mención a que podía tocar Last Goodbye en su guitarra todos los días, pues lo hacía feliz y en todo sentido, una canción que crece y crece con cada escuchada es esta hermosa balada que tiene momentos y momentazos.

De aquí en adelante quizás comience lo mejor del disco, la mejor mitad de un disco concebida en los años 90, partiendo con Licac Wine, el primer cover del disco, una desnudez artística que llega a dar escalofríos, haciendo gala de lo mejor que tenía que mostrar: su voz. Un momento de recogimiento acostado en la cama antes de salir a la dura realidad de la calle con So Real, el querer recuperar algo perdido, el querer volcar momentos de ira y ternura sobre un posible amor que estamos perdiendo. Ampliamente recomendada para aquellos que estén a tan solo unos pasos de que el corazón se les rompa, esta canción no les ayudará, pero les hará entender mejor que no son las únicas personas que pasaron por esto. So Real se vuelve acida, agria, cada momento suele ser un torbellino de emociones encontradas que no hacen más que querer mandar todo a la mierda, si es que estamos en la situación que describí hace unos instantes. Hallelujah es la siguiente, ¿les suena? La vieja canción de Leonard Cohen reinterpretada unas millones de veces por todo tipo de artistas desde un viejo conocido John Cale, hasta en la película Shrek, pero la versión de aquí es tétrica, como de réquiem que de a poco va encontrando el camino, como el paso de la hostilidad terrenal hasta el reino de los cielos, sea quien sea el que viva allí, la cosa ya no es religiosa, no importa, pero de todas maneras los sonidos más bellos del mundo existen y están aquí, una canción que puede llegar a emocionar hasta al más duro seguidor de Mayhem, es una tonada rompecorazones que desnuda los rincones más recónditos de nuestra existencia y los hace florecer como una incontable llovizna de redención, solo basta entregarse, no sirve poner oreja, si no el alma entera y es que esta versión de Hallelujah llega a ser una de las canciones inmortales de la historia de la humanidad, a ese extremo, al que no le llega no merece llamarse humano.


De toda esta parafernalia Hallelujesca aparece Lover, you should come over, la favorita de quizás muchos fanáticos de Jeff. ¿Quién no se la ha dedicado a la persona que ama? Un poco de lo mismo de So Real pero de una manera totalmente distinta, entregándonos frases para el oro como “Demasiado joven para aguantar y demasiado viejo solo para liberarme y correr” que se alimentan de una base musical que saca lágrimas y una voz que no hace otra cosa más que arrancarte el corazón. Una balada melancólica, cebollera pero de un universo completamente Shakesperiano, si alguna vez han pasado por cosas como las que menciona la canción. Todo les puede sonar demasiado cliché pero es que si no han escuchado el final, con esa guitarra que suena tan punzante justo al instante en que la catarsis de la canción se hace presente, es porque no saben nada. Un momento de descanso y reencuentro espiritual más que personal con Corpus Christi Carol que toma una vieja canción tradicional inglesa para darle un giro casi de mundo maravilloso que puede sonar en cualquier velada espiritual. Ese momento llega a su fin cuando nuevamente aparece la bestia, con más fuego e ira que nunca, pues Eternal Fire como su nombre lo dice te entrega una de las muestras más grande de cómo una canción de Rock debe sonar para ser lo bastantemente eterna, con gritos y gritos, poder y pocas pausas nos dejan pegados al techo con ganas de decir “Yeah bitch!”. A medida de que la canción se va tornando demasiado peligrosa, dejando como monigotes a los Guns and Roses y su peligrosidad, un hombre en llamas es lo que aparece y nos devora musicalmente, Eternal Fire es una puta canción de Rock, eso es lo que es y será, una pisca del infierno para luego dar paso al Jeff Buckley más habitual pero que suena mucho más oscuro que antes, casi enigmático, como de libro de Aleister Crowley, una canción que probablemente hubiese querido escribir Jimmy Page, fans de Jeff al igual que Plant pero a pesar de la onda mística que Led Zeppelin pudiese haberle puesto llevándola de seguro a la inmortalidad, Jeff busca todo lo contrario, como una provocación Punk espiritual, llena de matices, momentos que chocan pero que se mantiene a través de los susurros que terminan por dejarnos tumbados en la cama, y sabiendo que en cualquier momento puede comenzar a sonar Mojo Pin otra vez completando el circulo de canciones más ambiciosas que un artista nos haya entregado en los últimos 20 años y por qué no e la historia de la música.

Jeff Buckley como muchos de ustedes deben saber falleció 3 años más tarde en el rio Wolf en Tennessee, a la altura de Memphis, lugar donde iba a grabar su segundo álbum de estudio. Fue encontrado ahogado 5 días después. Una de las tragedias más grandes de la música, Jeff cumplia con todos los requisitos para llegar a transformarse en uno de los músicos más grandes, tenía actitud, tenía grandes canciones, hacía grandes interpretaciones, pues tomaba covers y los adecuaba a si mismo transformándolos en testimonios de su propia persona, cosa que solo los grandes músicos pueden hacer. Afortunadamente nos dejó un puñado de presentaciones ya rescatadas y compiladas en todo tipo de discos y DVDs, además de su excelentísimo disco Grace del año 1994 que este 2014 cumple 20 años. 20 años de que el mundo conociera a una de las mejores voces de la historia. Grace es eterno, Grace es inmortal, la gran obra del cielo y el infierno, aquí, en la tierra. Más punk que los Punk, más artista que los artistas, más místico que los místicos, Jeff Buckley era todo y nada de esto al mismo tiempo, renegaba de las cosas mundanas pero era un amante de la diversidad, una figura por si misma que nunca alcanzó el estrellato máximo simplemente porque él no lo quiso. En la simpleza está todo.


Tracklist
01. Mojo Pin
02. Grace
03. Last Goodbye
04. Lilac Wine
05. So Real
06. Hallelujah
07. Lover, You Should Come Over
08. Corpus Christi Carol
09. Eternal Fire
10. Dream Brother



Otros discos que cumplen decadas

Keane – Hope & Fears (2004)
Kasabian – Kasabian (2004)
Hole – Live Through This (1994)
Pulp – His n Hers (1994)
Muddy Waters – Folk Singer (1964)
Stone Temple Pilots – Purple (1994)
Depeche Mode – Some Great Reward (1984)
Jackson Browne – Late For the Sky (1974)
Iron Maiden – Powerslave (1984)
Tom Waits – The Heart of Saturday Night (1974)
Bathory – Bathory (1984)
Eric Clapton – 461 Ocean Boulevard (1974)
Eurythmics - Touch (1984)
Echo & the Bunnymen – Ocean Rain (1984)
The Libertines – The Libertines (2004)

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